Frente a la Alhondiga, en Bilbao, ha abierto no hace mucho un nuevo restaurante. La Mary se llama. Tiene pinta de cadena, pero no lo pudo afirmar. La decoración muy rollo Pastis neoyorquino es de lo más acertada. Merece la pena venir solo por lo bonito que es el comedor.
El servicio tampoco está mal. Atentos, educados, correctos en todo momento.
Pero vayamos a lo central. El pepeo. Su fuerte es el menú del día. 9,95 es reclamo suficiente, pero además hay bastante donde elegir. Ojo que no reservan por lo que puede que te encuetres sin sitio. De todos modos, sirven desde la una. Más tranquilo.
Nosotros nos tiramos al arroz negro gratinado con ali oli. Es lo mejor que hacen. Hay que pedirlo para dos y la ración es más que generosa.
Luego, los segundos platos nos chafaron la experiencia. El rape con salsa de oricios no se llevaría un aprobado en ningún examen. El pescado muy hecho y la salsa con fuerte sabor a mantequilla. Una lástima.
Eso sí, el arroz negro es de nota alta. Bien acompañado por dos estrella damm de botellín (33cl).
Probad y ya me contareis
20 de abril de 2012
Arroz en LaMary
4 de marzo de 2012
Hablemos de Hendricks
Han pasado unos meses desde la última entrada. Siento no haber escrito nada y sobre todo siento no haberlo hecho por el comentario de una perdona que casi me envenena en su restaurante, pero ha llegado el momento de seguir adelante.
Vaya por delante que lo que cuento es lo que vivo y lo que critico es porque así lo he vivido o sufrido. El que se sienta dolido por mis publicaciones, dos problemas tiene. Estoy hasta los mismísimos de tanta tontería.
Ahora vamos al asunto de Hendricks. Nadie duda ya a estas alturas sobre la calidad de la ginebra. Entonces, mejor enfoquemos el asunto desde otro punto. Hablemos de pasta. La botella de Hendricks cuesta entorno al triple de una ginebra del día a día. ¿Merece la pena? Personalmente, sí. Para un copazo a la semana o menos que se nos permite disfrutar...
Lo que no está bien es pagar seis o siete euros por cualquier mierda de la que se sirve por ahí. Iremos citando locales y preparaciones, pero por el momento: ginebra premium y mucho mimo casero.