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Mucha estética y poca ética |
En ocasiones veo muertos. No, en serio. En ocasiones, quizá de tanto ver anuncios sobre las fiestas que organizan en St Patrick, te haces una idea que resulta no tener nada que ver con la realidad. Pensaba yo que en Vitoria se podría tomar alguna que otra Guinness, pero la verdad es que, hasta el momento, es mejor que te viole un mono de culo pelado que intentar tomar una buena pinta en la capital alavesa.
El domingo, ya sé que son fiestas y todo empeora, lo intentamos en O’Connors. Frente a la catedral nueva, al inicio de la calle Prado. Sí, donde está el famoso Sagartoki (otro día hablaremos de los 20 minutos que tardan en atender en barra). Bueno, pues fue un desastre. Como no pague yo, no puedo insultarles por lo que cobraron, que sería demasiado, pero sí por vender una cerveza que empezaba a avinagrarse y encima estaba caliente.
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El Molly Malone está muy bien decorado |
Mira que intenté autoconvencerse de que no estaba tan mala. Y eso que la otra parte de mí, en cuanto vio el color de la cerveza, puso ya mala cara. Era obvio lo que nos esperaba. Mierda puta y poco más. No producía la arcada típica de la Guinness completamente avinagrada, pero no estaba buena. Y es que esta cerveza no aguanta más de siete días desde que se pincha el barril .Por favor, tasqueros del mundo, cuidadme la Stout.
No conforme con el fracaso, he decidido darle una segunda oportunidad a los seudo irlandeses de Vitoria. Hoy he pareado en el Molly Malone, en la calle San Prudencio. El local es precioso. Las cosas como son (el O’Connors tampoco está mal decorado), pero no se pueden cobrar 3,50 leuros por una madia pinta de Guinness. No me jodas, hombre.
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Guinness@MollyMalone |
La cerveza, thank’s God, no estaba picada. Tampoco caliente. Lo que no quiere decir que estuviera buena. Refresacaba, que ya es algo. Además, me dolía el estómago antes de tomarla y luego se me ha pasado. Claro que eso sería hambre. El tema es que en cuanto he visto a la camarera coger el vaso, inclinarlo y acercarlo a la caña me he puesto a temblar. Aquello no pintaba bien. Mi pinta no pintaba bien, jeje. Que rebuscado, ¿eh? No me preguntéis por qué, pero algo fallaba. ¿Ya estará eso bebible? La duda se ha disipado al ver el precio. Si hubiera cobrado dos leuros, habría marchado feliz, pero 3,5….. .
En fin que no quiero darme por vencido aún y volveré intentar encontrar un Guinness decente en Vitoria. No pido mucho, ¿no? Por el momento la única opción es coger el coche e ir a Llodio, a la Viña. Eso sí es una Guinness.
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